sábado, 19 de abril de 2008

texto 4 ati. Marta Me. Mi experiencia personal

Me llamo Ángela, soy sorda postlocutiva, mi sordera empezó a los 16 años, en la época adolescente, como la pérdida era lenta lo mantuve en secreto hasta los 35 años.

Mi pérdida auditiva no era operable, y entonces los médicos me mandaron vitaminas y me aconsejaron que no utilizara audífonos hasta tener más pérdida.
A los 40 me pusieron mi primer audífono y a los 45 años, dos, ya que había tenido una pérdida considerable del 100% de ambos oídos.

Ahora con 53 años utilizo los 2 audífonos y me he planteado la opción del implante coclear y el aprendizaje de la lectura labial.

Cosas que he aprendido desde mi propia experiencia:

Que si mantengo una conversación o voy a informarme de algo y no entiendo a mi interlocutor, lo primero que hago es pedirle educadamente que me lo repita, despacio y vocalizando. Ahora no me corto en decir que no oigo, todavía no me desenvuelvo con la lectura labial.

Que a toda persona que se encuentre en mi misma situación le aconsejaría que contactara con un grupo o una asociación de personas sorda para poder practicar lectura labial.

Tengo problemas para dialogar en grupo cuando es numeroso y cuando el ambiente es ruidoso, los evito. Si es necesario voy llevando la conversación poco a poco y prestando mucha atención. Pero es importante intentar no aislarse por el hecho de ser sordo. Y pienso que un buen método para relacionarse con los demás es aprender a leer los labios.

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